Mirador del Duero

Este tramo del Duero, conocido como “Entrepuentes”, pese a ser el más estrictamente urbano, alberga una rica y sorprendente avifauna gracias, sobre todo, a la existencia de de la Isla de los Conejos, que constituye un refugio ideal para muchas e interesantes especies.

Anidan en ella rapaces forestales como el milano negro y el águila calzada, la cual utiliza el casco urbano como cazadero, capturando palomas y otras aves entre los edicios de la ciudad.

Además podemos observar aquí especies palustres como el misterioso avetorillo, la gallineta, el carricero común y el carricero tordal que se refugian habitualmente en los carrizales que se desarrollan en las orillas del río.

Quizás aún más atractivo resulta poder disfrutar prácticamente en el corazón de la ciudad con los llamativos plumajes del martín pescador y el abejaruco, quienes al igual que el pequeño avión zapador excavan sus nidos en los taludes de la ribera.

La presencia de abundante nidos de urraca donde depositar sus huevos permite la presencia del críalo, mientras que la combinación vegetal de sauces y espadañas favorece al pájaro moscón que también anida todos los años en este sector.

Algunas de las especies más frecuentes e interesantes:

Estivales

milano negro, águila calzada, críalo, abejaruco, abubilla, oropéndola, avión zapador, carricero común, carricero tordal y ruiseñor común.

Migrantes

andarríos chico, papamoscas cerrojillo y papamoscas gris.